No nos resignemos a la fatalidad. Existen soluciones. Juntos podemos hacer más para disminuir los riesgos en la ruta normal al Mont-Blanc.
El Mont-Blanc, que se eleva a 4.809 metros, es el pico más alto de los Alpes. También es una de las cumbres más mortíferas del mundo. Para conquistar la cumbre los alpinistas deben ir al “Grand couloir du Goûter”, inevitable en la ruta normal. Lo llamaron, no sin motivos, el Coro de la muerte.
Particularmente peligroso debido a las frecuentes caídas de rocas, el couloir de la muerte y el borde de Go theter fueron escenario de 102 incidentes mortales entre 1990 y 2017, casi 4 muertes al año.