Hace tiempo que los nuevos crash pads han cambiado el concepto de bloque alto, y así lo ha vuelto ha demostrar el escalador canadiense Miles Adamson, quien con más de 30 colchonetas bajo sus pies ha completado el primer ascenso de Too Tall to Fall, otra de esas líneas locas de las Buttermilks de Bishop, ese gran paraíso de los highballs norteamericano.
Esta nueva ruta de más de 12 metros de altura confirma al escalador canadiense como uno de los mejores del mundo en el ascenso de highballs o tsunamis, como se conoce a aquellas líneas de más de 10 o 15 metros de altura. Y es que a sus 26 años ha completado la trilogía de líneas más famosas de Bishop, tras los ascensos de Ambrosia y Footprints, dos auténticos clásicos del género.
