Es la primera jornada de limpieza en la Historia del Everest que se lleva a cabo fuera de temporada. El grupo formado por una expedición privada estaba compuesto por varios escaladores y alpinistas de élite en compañía de un buen número de sherpas cuyo único objetivo ha sido el de retirar toda la basura posible.
“Creemos que el mundo no va a cambiar por pocas personas haciendo grandes cosas. Pienso que el mundo cambiará gracias a gente normal haciendo pequeñas cosas”.
Han efectuado unas 10 subidas hasta los distintos campamentos de altura, en las han extraído unos 150 kilos en cada una de ellas.
Sin embargo este grupo de alpinistas quiere poner el foco de atención en un peligro aún mayor: el cambio climático: