Edu Marín tiene un nuevo proyecto que lo inspira, y lo ha encontrado muy cerquita de casa, en Platan de Diables, en Monserrat. La escuela en donde empezó a escalar. La vía en cuestión es Arco Iris y fue establecida en 1978 por Armand Ballard, a quien en la zona ven como a un auténtico maestro.
Escalada en artificial por Armand, el propio Edu nos describe la vía como “muy futurística para la época”. Ahora ha conseguido el permiso tanto del Parque de Monserrat como del propio Armand para reequipar la vía y poder ascenderla en libre.
La ética old school
El escalador catalán está aplicando la técnica old school a su nuevo proyecto. De 3 a 5 parabolt por largo, con alejes de más de 10 metros y caídas exponenciales de hasta otros 20 metros hacen de Arco Iris “una línea única, muy física, extremadamente difícil y muy psicológica”.
Poco se sabía de Edu desde que a primeros de años liberara en compañía de su padre Novato Marín la vía de largos más difícil del mundo, Valhalla (380 m, 9a+) en el famoso techo de Getu, en China.